escritos bajo la cama

Me preocupa Federer

31.07.2008 13:44

Para los que amamos el tenis como arte tenemos en Roger Federer a su máximo exponente, número uno del mundo durante 237 semanas consecutivas desde febrero del 2004, verlo jugar reconforta nuestros corazones románticos.
Pero este año estamos siendo testigos a nuestro pesar de sus caídas más duras (Roland Garros y Wimbledon ) en manos de Nadal y de su peor momento desde su llegada a lo más alto del tenis mundial.
Con el inicio de la temporada de cemento se avizoraba un mejor panorama, pero hoy al abrir mi correo y leer una de las alertas que me llegan desde Google; “Gilles Simon, dio el batacazo al eliminar a Roger Federer en Toronto”, fue grande mi sorpresa y mi desaliento.
A los inicios de su carrera Roger era un joven impetuoso que podía perder la cabeza fácilmente y romper una que otra raqueta, con el paso de los años y seguramente muy bien asesorado por los entrenadores que trabajaron con él (El primero de sus técnicos, Peter Carter, falleció en un accidente de automóvil en 2002. Luego estuvo aconsejado por Peter Lundgren en 2003, y por último por Tony Roche), y por su novia Mirka Vavrinek su compañera de muchos años, cambió su actitud y la manera de enfrentar los partidos de tenis, hasta convertirse en un tipo mentalmente fuerte y hasta indolente con lo que sucede en la cancha, esto unido a su espléndido talento dieron como resultado uno de los mejores tenistas de la historia, si no el mejor.
Para cualquier ser humano es difícil mantener un nivel tan alto de desempeño en cualquier aspecto de la vida, y Roger no está al margen de esto, ser el número uno del mundo, mantenerse victorioso de manera permanente, defender el título de imbatible, debe ser tan difícil, como difícil darse cuenta que solo somos seres humanos y que en algún momento vamos a empezar a fallar y perder. Solo eso sucede con Roger Federer, que es un simple ser humano que debe lidiar día a día con el rol que le tocó desempeñar en la vida, sobre todo si hay jóvenes a su tras que reclamar el trono y el título que el gobierna, como la generación de Rafa Nadal y Novak Djocovik.